lunes, 20 de julio de 2009

LAS CLAVES DE UN CRUCERO

Las claves de un crucero
El de los cruceros es todo un mundo. Y, a los profanos en la materia, les suelen asaltar varias dudas. ¿Cuántas excursiones se hacen durante el viaje? ¿Cómo vestir en las fiestas de gala? ¿Hay que dar propina? Ocholeguas.com intenta resolver estas y otras cuestiones para que, desde el primer día, saque el máximo partido a su crucero.


1. Itinerario


Aunque los más populares entre los españoles son los cruceros por el Mediterráneo y las islas griegas (o por el Duero y el Rin si se trata de cruceros fluviales), lo cierto es que los barcos ponen rumbo a todos los mares y grandes ríos del mundo que cuentan con intereses turísticos y culturales. Hay itinerarios por Europa, el Caribe, Alaska y la Polinea, Extremo Oriente... Para aprovechar el buen tiempo y esquivar la mar agitada, normalmente las navieras traen sus barcos a Europa de mayo a septiembre, para desplazarse después al Caribe y a los países que gozan de las buenas temperaturas del verano austral. De esta forma, evitan los temporales y garantizan el disfrute de la travesía

2. Precio


Las tarifas de cruceros están calculadas en base de ocupación doble, esto es, a una cabina ocupada por dos personas. El precio final dependerá del tipo de camarote (interior o con terraza), itinerario y duración. Un crucero de lujo, por ejemplo, nunca costará menos de 4.000 euros. Pero la buena noticia es que hay ofertas puntuales para disfrutar de una semana en altamar a partir de 250 euros. A la hora de hacer su reserva, tenga en cuenta tasas de embarque, excursiones y propinas, que no van incluidas en los precios anunciados por las navieras. Sí están incluidas las comidas (pero no las bebidas, que se abonan aparte), actividades a bordo del barco, espectáculos y fiestas. Según la naviera, los precios irán fijados en dólares estadounidenses o en euros.

3. La nave


El primer día se perderá dentro del barco. El pasatiempo es descubrirlo. Establezca una hora y lugar de encuentro con la familia y dedíquese a descubrir las instalaciones y propuestas de ocio más acordes con sus gustos: piscina, deportes en equipo, mini golf, sala de Internet, biblioteca, cursos, gimnasio (algunos abiertos las 24 horas), spa... En cuanto a los camarotes, hoy día la mayoría se sitúan por encima de la línea de flotación. Si no fuera así habría que considerar la antigüedad del barco y aconsejamos o bien descartarlo o elegir otra zona para alojarse. Los camarotes suelen ser interiores (sin ventanas), exteriores (situados en los lados de la nave, con un ojo de buey), exteriores con balcón y suites. Por lo general, las dimensiones pueden variar desde los 12 hasta los 20 metros cuadrados.

4. Documentación


Al embarcar, algunas navieras piden que deje su pasaporte en depósito, que le será entregado el último día. En su lugar, le harán entrega de una tarjeta con su foto (hecha en el momento) que le servirá como llave del camarote, documento identificativo para entrar o salir del barco, y modo de pago a bordo, puesto que en el barco no se maneja dinero en metálico. Todos los gastos se irán sumando en su cuenta y posteriormente cargados a su tarjeta de crédito o abonados en efectivo.

5. Propinas


Es costumbre entregar las propinas la última noche del viaje, pero hay que tener en cuenta que las políticas en cuanto a los porcentajes varían de una naviera a otra. Según un estudio publicado por la revista especializada Cruise Travel, las principales compañías recomiendan a sus pasajeros entregar de 10 a 15 dólares (de 7 a 10 euros) por día y persona. La cantidad total se divide, generalmente, entre tres personas: la responsable de la cabina a bordo (limpieza, atenciones...), el camarero de la mesa del restaurante y el maitre de la zona del restaurante donde ha cenado cada noche. Existen, sin embargo, agencias que incluyen las propinas en su tarifa final.