martes, 16 de junio de 2009
viernes, 12 de junio de 2009
Cataratas del Iguazu
Las cataratas del Iguazú (del idioma guaraní: Yguasu, en portugués: cataratas do Iguaçu) son las cataratas localizadas en la provincia de Misiones, en el Parque Nacional Iguazú, Argentina y en el Parque Nacional do Iguaçu del estado de Paraná, Brasil. Su nombre proviene de dos palabras: la palabra «y» (similar a la /ü/ del alemán o la /u/ del francés, producida por contracción de la garganta) y la palabra «guasu» (léase guasu), que en lengua guaraní quieren decir «agua» y «grande», respectivamente.
Están formadas por 275 saltos de hasta 80m de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva subtropical. La «Garganta del Diablo» ( el salto mayor, que consta de 80m)es un espectáculo aparte que, saliendo desde Puerto Canoas, se puede disfrutar en toda su majestuosidad a tan sólo 50m de distancia.
jueves, 11 de junio de 2009
El Año de Mickey llega a Disneyland Paris
¿En qué se traduce? En espectáculos nuevos (como el Playhouse Disney-Live on stage!), ofertas especiales (los menores de siete años no pagan entrada ni alojamiento; cinco noches en los hoteles Disney al precio de cuatro), regalos sorpresa... La temporada arranca fuerte (desde el 4 de abril) en honor al roedor más famoso del planeta. ¡Y qué cumpla muchos más!
lunes, 1 de junio de 2009
Lobos en Nueva Jersey
Buenas noticias: desde mediados de los 90, gracias al esfuerzo de particulares, agencias gubernamentales y científicos, el lobo ha vuelto a Estados Unidos. Entre 2.500 y 5.000 individuos (nótese la disparidad) conforman una población en crecimiento, robusta en estados como Idaho, Minnesota, Wyoming o Wisconsin
Quienes consideran al lobo talismán de una naturaleza indómita pueden felicitarse. Incluso sus presas viven mejor desde que regresó: ungulados, cápridos, etc. necesitan del selectivo control biosanitario y cinegético que ejercen los superpredadores para evitar plagas, taras genéticas y explosiones demográficas. En el lado negativo, el lobo rojo. Viejo conocido de la frontera con México, apenas quedan 60 individuos. La buena noticia para el lobo rojo es que según diversas encuestas hasta el 77 por ciento de los habitantes de Arizona y Nuevo México apoyaría su reintroducción.
Sin cita previa, en grupos nutridos pero no agobiantes, los turistas reciben un cursillo acelerado sobre costumbres, idiosincracia y necesidades del gran cánido. Con algo de suerte, incluso lo escucharán aullar. Pocas experiencias más emocionantes que contemplar a una manada en plena actuación a dos metros de distancia. Descubrir las implicaciones sociales del aullido, mientras los espléndidos predadores, hasta 70 kilogramos, aúllan tan cerca que casi te rozan, fumiga tópicos. Siglos de difamaciones y calumnias quedan arrasados por los datos desgranados por los expertos. En el apartado sentimental, la hermosa iconografía que despliega el lobo, su salvaje, lastimero, acuciante aullido, queda tatuado a fuego en la memoria.
Tomando la ruta 80, el visitante no sólo encontrará lobos. La Lakota Wolfe Preserve cuenta con un camping y, muy cerca, se encuentra la Delaware Water Gap National Recreation Area, 67.000 acres de montañas y bosques, hogar, según informa la web del parque, de osos negros, águilas cabeciblancas, crótalos y halcones peregrinos, entre otras muchas especies (que el lobo figure entre ellas es objeto de un interminable debate).