lunes, 12 de abril de 2010

LA VERDADERA COLOMBIA


Nunca ha sido ningún secreto que Colombia cuenta con la que quizás sea la mayor variedad de paisajes de Iberoamérica entre el Pacífico y el Caribe. Desde las nieves perpetuas de las cumbres de los Andes a las cálidas playas del mar Caribe, pasando por la exuberancia de la selva amazónica y los áridos desiertos de la península de La Guajira, la riqueza de su biodiversidad es abrumadora pero no todo el mundo es consciente de que, desde hace ya unos años, gran parte de esos tesoros están de nuevo abiertos al turismo y que paulatinamente se están creando las infraestructuras necesarias para disfrutarlos en toda su plenitud.



Los 1760 kilómetros de costa a lo largo del Caribe están todavía llenos de tesoros por descubrir. Desde las playas salvajes de Capurganá y Sapzurro en Chocó, rodeadas de una densa selva cerca de la frontera de Panamá, al desolado pero extraordinario paisaje desértico de Punta Gallinas en el Parque Nacional de Macuira, en plena península de La Guajira, la naturaleza rara vez se nos muestra tan desgarradoramente hermosa. Y al mismo tiempo Cartagena de Indias se ha convertido en la indiscutible capital de todo el Caribe continental, gracias a su patrimonio monumental pero también a la calidad de sus infraestructuras turísticas.

Las Islas del Rosario
Éstas se muestran tanto en tierra firme como en las cercanas Islas del Rosario, desde donde se puede explorar el Parque Nacional Corales que lleva su nombre y el de las Islas San Bernardo. Y todavía para quien desee un lugar menos desarrollado pero no menos atractivo, ahora cuentan con Santa Marta, a dos pasos del Parque Nacional de Tayrona, para muchos la joya más preciada de esta costa.

El patrimonio histórico del país se ha visto complementado por una oferta gastronómica comparable a la de Lima.
La primera gran sorpresa del país, sin embargo, son sus grandes ciudades. Tanto en Bogotá como en Medellín el cambio en estos últimos años ha sido enorme, convirtiéndose no sólo en lugares con un clima privilegiado gracias a la combinación entre su altura y su cercanía con el ecuador sino también en destinos turísticos por sí mismos. En la primera, su patrimonio histórico se ha visto complementado por una oferta gastronómica comparable a la de Lima, hay ahora barrios enteros dedicados a la moda y el diseño, se ha desarrollado un programa cultural del máximo nivel y todo ello acompañado de una arquitectura modélica gracias a figuras como la de Rogelio Salmona, del que se pueden ver una docena de obras maestras.

Pero Medellín no se queda atrás y ha dado un vuelco a sus problemas sociales y urbanísticos a través de un revolucionario cambio en su política de transporte y una apuesta muy firme en la cultura con mayúsculas. La apertura de su nuevo Museo de Arte Contemporáneo es sólo un eslabón en un ambicioso proyecto que ya ha convertido a la capital de Antioquia en una referencia en todo el continente de cómo transformar para bien las grandes ciudades.

Escuelas de salsa en Cali
Camino de Cali, que cuenta con vuelos directos desde Madrid, se puede descubrir ese Triángulo Cafetero donde, además de las muchas plantaciones de café transformadas en insólitos lugares para alojarse, también se puede saborear la riqueza cultural de esta tierra. Por si fuera poco, se pueden descubrir lugares como el Valle de Cocora con sus palmeras gigantes, pueblos con tanto encanto como Salento o balnearios como el Santa Rosa. Para luego dejarse seducir por las escuelas de salsa en Cali y el patrimonio colonial de una ciudad como Popayán.

En Leticia, en la profunda región del Amazonas, se ofrecen confortables 'ecolodges' situados al borde del río.
Y desde allí sólo hay que dar un salto para estar en el Pacífico, que se ha convertido en un paraíso para los submarinistas y los amantes de las ballenas, sobre todo en el entorno del Parque Nacional Isla Gorgona. Se necesitarían muchas páginas para citar todas las posibilidades que ofrece este país de gente extraordinariamente amable, superando cualquier expectativa. Se la pueden encontrar en Santander o Boyacá que, además de preciosas ciudades coloniales como Villa de Leyva o Barichara, se han especializado en una oferta turística relacionada con los deportes de riesgo aprovechando sus profundas gargantas y la fuertes corrientes de sus ríos.

También hay que ir a Leticia, en la profunda región del Amazonas, en la misma frontera con Perú, desde donde se ofrece un enorme abanico de actividades además de confortables ecolodges al borde del río. Como última sorpresa, los que busquen algo todavía más especial donde olvidarse de todo y disfrutar de unos días de verdadero descanso, deben dirigirse a las idílicas islas de San Andrés y Providencia, en mitad del Caribe.

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